ORULA Orisha de la Sabiduría y la Adivinanza...
Igború, igboya, igbo cheché Baba Orula...
(Orula siempre Tiene un buen consejo para nosotros)
Este 4 de octubre las velas se encenderán desde temprano, y arrodillados ante él, babalawos, apetebises, y aleyos consagrados con ikofa fún o awofaka, rendirán honores a Orula, el santo de la adivinación y los consejos y que el proceso de sincretismo religios cubano se vincula con San Francisco de Asís..
Orula –u Orúnmila- es el orisha de la adivinación, designado por Olofi para ofrecer sabios consejos a los orishas y a la humanidad.
También es considerado como gran médico y como uno de los dueños de los cuatro vientos.
La vida, el pasado, presente y futuro de cada ser humano está descrito en los 256 oddunes que contiene el oráculo de Ifá, y cada predicción está contada en innumerables patakines que ejemplifican, desde el más impresionante acercamiento, a la realidad individual de cada persona que se enfrenta a él.
También se dice que en 1860 llegó a Cuba, un negro babalawo de apellido Villalonga, que dio origen a otra rama independiente de Ifá. Trajo de Africa un Olofi que escondió por temor a las persecuciones y que permaneció escondido más de ciento veinte años antes de ser sacado a la luz y actualmente es un fundamento vital y muy venerado. Fueron estos los primeros babalawos y los que habrían de continuar en Cuba la Regla de Ifá.
PATAKI de Orula
Cuando Orula nació, Obatalá, que estaba furioso por el incesto de su esposa Yemú con Ogún, su hijo, se llevó al niño y lo enterró lejos de la casa debajo de una ceiba.
–El siguiente hijo de aquel matrimonio fue Shangó; era un niño tan hermoso que Obatalá no pudo hacerle daño y se lo entregó a Dadá, la mayor de sus hijas para que lo cuidara.
Dadá llevaba a Shangó todos los días a ver a su padre. Como era muy despierto le llamó la atención que su madre estuviera siempre llorando. Le preguntó al padre, quien, un poco hoy y otro mañana, se lo contó todo y sembró en él un odio fiero hacia Ogún.
Obatalá se ponía cada vez más viejo por lo que se le olvidaban las cosas. Un día, cuando Shangó era ya hombre, Eleguá le pidió que le hablara al padre sobre Orula. Cuando conversaron sobre el asunto, Obatalá se sintió muy apesadumbrado por lo que había hecho con el pequeño Orula, pero Eleguá le afirmó que había visto en un lugar un
Obatalá fue en busca de su hijo y le imploró perdón. Luego le pidió que volviera a la casa, pero Orula se negó y alegó que la naturaleza le había proporcionado todo lo que él necesitaba para profetizar. El padre, en desagravio, tomó madera del árbol y le construyó un tablero: –Desde hoy –le dijo– todos los hombres tendrán que consultar contigo.
Este 4 de octubre, se oirán muchas veces repetidas, voces que en lengua yoruba rezarán al santo adivinador y dirán con energías:
Igború, igboya, igbo cheché Orula.
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Cero problemas con sus creencias. Pero si los tengo con los sacrificios de animales y la forma en que degradan el ambiente por sus practicas. El ambiente y las creencias de otra gente, como ha sucedido con Maria Lionza
ResponderEliminartodo muy bello bendiciones para todos y feliz dia a los orulenses
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