reputación en honor a su viejo maestro. Orunmila decidió darles una lección.
Envió cuenta de que iba a desafiar a
todos los Babalawos a un concurso para ver quién utiliza los oráculos más
precisamente. Orunmila pensó que, después de avergonzarlos por su habilidad
incomparable, todos los Babalawos lo respetaría
más.
Eleguá, que nunca está muy lejos y siempre le gusta jugar malas
pasadas, se acercó a Orunmila y el Babalawo.
"Hola, Orunmila, ¿cómo estás hoy?" dijo
Eleguá.
"Y,
¿por qué es, querido Orunmila?" Elegua trató de ahogar su risa, ya que sabía
perfectamente lo que había ocurrido.
"los
Babalawos han perdido una apuesta
conmigo", respondió Orunmila. "Y ahora, se niegan a
pagar."
Elegua miró de arriba abajo a los Babalawos nerviosos. "¿Es eso
cierto? ¿Están tratando de engañar a
Orunmila?"
"Bueno, Señor Eleguá ..." balbuceó el
Babalawo.
Antes de que pudiera decir otra palabra, Elegua se acercó y puso su
mano de poderoso guerrero alrededor del cuello del Babalawo. Miró al hombre a
los ojos.
"Dime", dijo en voz baja, "está buscando
problemas?"
"No," chilló el Babalawo.
Elegua alzó su palo garabato sobre la cabeza del
Babalawo.
"Nunca haría cualquier cosa para que me enfade, ¿verdad?" gruñó
Eleguá.
Otro
chillido, "No."
"¿Y
qué vas a hacer?" pidió a Eleguá, golpeando al Babalawo infeliz en la nariz con
su garabato.
“Voy
a pagar a Orunmila?" -preguntó el Babalawo.
"¿Qué fue eso?" Elegua gritó, sacudiendo el Babalawo de ida y
vuelta.
"Voy
a pagar a Orunmila. Voy a pagar a Orunmila". Tartamudeó el
Babalawo.
Tomó
su bolsa de dinero de sus ropas y le entregó todo a
Orunmila.
"Pensé que quería hacer trampa a Orunmila, pero veo que usted es un
hombre que paga sus deudas cuando pierde". Dijo Eleguá y le dio el Babalawo una
palmada en la espalda. "Yo te dejo en paz."
"Una
cosa más", dijo Eleguá al Babalawo."¿Sí?" El Babalawo respondió con miedo.
"Desde que te has olvidado de que los oráculos son para comunicarse
con los Orishas y no para aumentar la riqueza del Babalawo, voy a prohibirte el
uso del Dilogún por siempre."
Orunmila y Eleguá se fueron dejando al Babalawo en llanto. En la
siguiente ciudad, el Babalawo vio a Elegua caminando junto a Orunmila. Este
babalawo ya tenía conocimiento de lo ocurrido e inmediatamente pago su deuda y
ya no hubo ningún problema allí."LA HUMILDAD ES UNA VIRTUD QUE TE HACE UN VERDADERO SABIO"
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